Almeida:"No quiero ver ninguna camiseta limpia en el Vestuario"
Almeida: "No quiero ver ninguna camiseta
limpia en el vestuario"
Martes, 23 de Julio de 2013. 14:30 Hs.
Ese es el último pedido que hará Ever
Almeida a su equipo, antes que salte al
campo del Mineirão este miércoles. Quiere
las casacas “manchadas, transpiradas y
hasta en gajos si hace falta” para
conquistar ‘La Cuarta’.

Almeida tiene listo el último pedido para sus
jugadores.Foto: Rubén Alfonso/UH.
A tan poco de ratificar su condición de
leyenda viva del club Olimpia, Ever Hugo
Almeida fue una vez más destacado por el
sitio web de la entidad matriz del fútbol
mundial, la FIFA.
El entrenador concedió una entrevista a
FIFA.com, recordando la incredulidad que
existía en sus propios jugadores cuando
volvió al club para imponer una filosofía de
juego que acabó consolidándose en el 5-1
ante Lara y que hoy los tiene como finalistas
de la Libertadores.
El rico texto, con palabras de admiración
hacia el trabajo del ex arquero, vale la pena
ser leído de principio a fin. A un fin en el que
Almeida confiesa cuáles serían las últimas
palabras que daría a sus jugadores antes de
que estos salten al campo de juego el
miércoles, para la gran final de la Copa
Libertadores de América, que arrancará a las
20:50 horas de nuestro país.
A continuación, el material destacado este
martes en FIFA.com.
Ever Hugo Almeida ya era parte de la historia
grande de Olimpia mucho antes del pasado
27 de enero, cuando se hizo cargo de la
dirección técnica del coloso paraguayo por
tercera vez en su carrera. Merecido lo tenía:
en sus 18 años como futbolista de la
institución, este ex arquero obtuvo 16
campeonatos, entre ellos dos Copas
Libertadores y una Copa Intercontinental.
Aun así, Almeida no dudó en exponer ese
prestigio para volver al club de sus amores
en un momento de cierta incertidumbre.
Porque si bien es verdad que el equipo ya
estaba clasificado para la Libertadores,
existía un manto de duda sobre el nivel
futbolístico del plantel. Tan era así que el
entrenador asumió oficialmente justo antes
del segundo partido ante Defensor Sporting
por la primera fase de la Copa, luego de un
0-0 en Uruguay tan inexpresivo como
preocupante.
Hoy el panorama es diferente: tras vencer en
Asunción a Atlético Mineiro por 2-0 en la
final de ida, el Franjeado está a las puertas
de su cuarta corona continental, algo
inimaginable seis meses atrás. “Es cierto,
pocos pensaban que podíamos, siquiera,
pasar la primera ronda”, admite Almeida a
FIFA.com horas antes de viajar a Brasil. “Eran
prácticamente los mismos jugadores que
habían terminado el campeonato anterior
goleados por un equipo casi descendido, les
debían varios meses de sueldo… Algunos me
preguntan si es un milagro y yo digo que
no, que es el fruto del trabajo de un grupo
que se convenció de lo que podía lograr si
se aunaba detrás de una idea”, argumenta
el técnico de 65 años.
Hasta admite un punto de inflexión en la
campaña copera: “Fue el 5-1 ante el
Deportivo Lara allá por la fase de grupos.
Veníamos de perder en Argentina con
Newell’s y de empatar en Paraguay con el
Lara después de estar 2-0 arriba, pero
fuimos a Venezuela y ganamos por goleada.
Ese día los jugadores entendieron lo
importante que era aceptar nuestra
propuesta, porque el año anterior habían
tenido tres técnicos y cada uno les había
planteado una diferente. No estaban
acostumbrados, pero se dieron cuenta de
que el que no se adaptaba, no jugaba”,
explica con convicción.
El técnico habla con autoridad: esta es su
cuarta final con el club en cuatro décadas
distintas, luego de ser campeón en 1979 y
1990 y subcampeón en 1989. Y encuentra
paralelismos con el primer título, que
celebró ante Boca Juniors en Argentina.
“Tampoco daban nada por nosotros y
futbolísticamente no estábamos en un gran
nivel. Fue como ahora: llegó un entrenador
que nos metió una manera de jugar y nos
hizo creer”, recuerda.
El respaldo de los éxitos. Almeida es mucho
más pragmático de lo que sus palabras
invitan a pensar. De hecho, en la actual
Libertadores probó distintos esquemas
tácticos hasta dar con el 3-5-2 que lo
satisfizo en Venezuela, y del cual
prácticamente no se ha movido salvo para
alguna circunstancia puntual. He ahí, quizás,
una de sus principales cualidades como
entrenador: adaptarse a las circunstancias y
a los planteles como punto de partida para
la formación de los grupos y las cuestiones
futbolísticas.
Los resultados lo avalan: en 1993, apenas un
año después de su estreno en el banquillo,
sacó campeón invicto a Olimpia del torneo
paraguayo. En 1999 condujo al seleccionado
de Paraguay en la Copa América que
organizó el país, donde ganó su grupo pero
quedó eliminado en cuartos de final por
penales sin perder un partido. En 2001 llegó
a Municipal de Guatemala y en cuatro
temporadas obtuvo cuatro títulos, tres
locales y uno internacional. De allí partió a
Ecuador, donde fue bicampeón con El
Nacional antes de volver a Paraguay para
liderar a Nacional a su primer campeonato
en 63 años.
En 2010 regresó a Guatemala para hacerse
cargo de la selección chapín. En 2011, al
frente de la sub-20, logró una inédita
clasificación para la Copa Mundial de la FIFA,
lo que le permitió mantenerse al frente del
combinado absoluto hasta su no
clasificación para el hexagonal final de la
Zona Norte, Centroamérica y Caribe para la
Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014. Esa fue
su última escala antes de recalar en Olimpia.
Prioridades claras. Esta acumulación de
experiencias y éxitos han vuelto a poner el
nombre de Almeida entre los candidatos a
dirigir a la selección paraguaya.